He tomado el primer tren a Málaga y llego con las primeras luces de una calurosa mañana de enero a esta ciudad siempre bullidora y cosmopolita en sus espaciosas avenidas, renovando la rutina diaria de camiones y periódicos. Rodeo el puerto de aire escueto y cordial infundiendo en su salitre un animoso espíritu de aventura hasta llegar a la barriada de Ciudad Jardín, donde vive el poeta y editor Francisco Peralto. El barrio es un fervor de geranios. Alborozo de mercado y sol me saludan.
Hace nueve años que el maestro me concedió una entrevista para el Boek861. Desde entonces no ha dejado de desarrollar su obra, prosiguiendo su poesía experimental, que ha desarrollado con arte de acción y la creación dentro de su sello editorial Corona del sur del Taller de poesía visual y arte correo en donde ha editado varias obras propias y ajenas, la última es Visual libros, un enorme tomo enciclopédico sobre poesía experimental, con documentos y obras de poetas españoles recogidos entre 2001 y 2010.
Acaba de iniciar la serie Pliegos del cincuentenario coincidiendo con los 50 años de actividad de Corona del Sur, editora que él mismo fundó, un proyecto en el que he tenido el honor también yo de ser invitado, y aprovechando la visita, en la que tengo la grata oportunidad de saludar y saber de sus hijos (mis amigos) Carmen y Rafael Peralto, impresores y poetas experimentales, así como también a su mujer y musa Margarita.
Tras realizar la liturgia de la imprenta cuyo resultado es la edición de mi propio Pliego (con la serie de poemas El sonido nuclear) y pasear juntos, indicándome diversos datos históricos sobre Málaga, iniciamos la entrevista en un café castizo cercano a la calle Larios.
Este año 14 estás llevando a cabo los Pliegos del Cincuentenario, invitando a distintos poetas amigos a sumarse, cuéntanos en qué consiste el proyecto
Estoy invitando a diversos artistas a venir al taller de Grafisur de Málaga para publicar una plaquette con cuatro poemas que nos traigan y en cuya cubierta, los mismos autores componen a mano su apellido tal y como nos enseñó el maestro Gutenberg y luego imprimirlo en la Minerva manual donde he publicado toda mi obra (salvo el primer libro). La base de este proyecto se basa en una acción, que es en realidad un homenaje a la imprenta y a Gutenberg. No un homenaje a mí, no pretendo ni quiero que esto sea un homenaje ni a mi persona ni mucho menos a mi obra.
Al ser un fanático del libro desde que tengo uso de razón le estoy muy agradecido a la imprenta porque el libro es hijo de la imprenta ya que antes de su aparición, los libros nunca habían sido populares.
Precisamente como editor, un formato que has empleado mucho es el pliego, que nos remite a un contexto de poesía popular
Tú te refieres a aquellas hojas volanderas como los villancicos, los cantares de ciego y toda esa producción …
Sí, esa misma. Tú quieres recuperar esa tradición ahora con tus pliegos...
No, no. Es que no hay nada nuevo bajo el sol. De modo que si hoy día se hace un pliego te remites a aquellos pliegos de cordel (como se conocen hoy a aquellas hojas volanderas), pero no he pretendido recuperar esa tradición. Simplemente es así, se hace en pliego (un formato breve), para ajustarse al tiempo disponible de los amigos que me visitan y que se sientan cómodos en el taller componiendo a mano en un breve ejercicio de tipografía. Claro, si hubiera que componer un cuaderno, las visitas tendrían que durar semanas, incluso meses y esto no es práctico en las actuales circunstancias.
Y así estamos hablando de la acción como forma artística. Podemos considerar el 2008 como año de inicio público de tu actividad en el arte de acción, durante el II Encuentro de poesía visual en Peñarroya-Pueblonuevo. Es la palabra realizada en un espacio público y por eso parece estar muy relacionada a tu poesía experimental …
Totalmente. Los libros-partitura englobados en la colección de las Sonatinas son una representación de poemas experimentales que beben en primer lugar de la poesía concreta, (que inicia lo que hoy conocemos como la poesía visual) pero también del letrismo, del caligrama y en general todo lo que es la vanguardia heroica.
Justamente son acciones públicas consistentes en adherir los nombres de los grandes poetas actuales de nuestro gremio en su homenaje.
Y además con estos carteles estás subvirtiendo políticamente el entorno urbano…
En cierta forma es un mensaje que se lanza. Los nombres aparecen en un contexto completamente disímil, que incitan al posible lector a preguntarse quién puede ser ese nombre que ha leído en el cartel. Podemos decir que esos nombres en letras de cartel de toros (así se llama en los talleres gráficos) son los primeros espadas de la poesía experimental que yo hago saber al público. Lo hago como un homenaje a ellos.
Este discurso nos lleva a la filosofía del collage. Tú has defendido la teoría apropiacionista de César Reglero (de la que hay un manifiesto declarando que el autor puede valerse de todos los materiales a su alcance para componer su obra, lo que supone un plagio legitimado artísticamente), llegando a editar en tu sello Corona del Sur la Antología apropiacionista de la poesía visual española coordinada por Reglero en 2009. ¿Qué es lo que te ha motivado a impulsar este movimiento?
La copia es un fenómeno tan antiguo como el hombre. Se ha copiado siempre de unos a otros. Y lo que yo he querido era enfrentarme a este fenómeno de una forma nueva, distendida, fuera de mercado naturalmente y, obligado por las circunstancias, igualmente fuera del mercado de los museos. El apropiacionismo me encantó y me encanta hoy porque al fin y al cabo, todos somos, en mayor o en menor medida, apropiacionistas.
¿Es el apropiacionismo el último eslabón de la cadena iniciada por Gutenberg, el último eslabón de la imprenta y del arte gráfico?
Bueno, podemos decir que el último eslabón del arte gráfico lo tenemos en internet al entender arte gráfico como letra dibujada en forma geométrica y rigurosamente matemática, que es, en definitiva, lo mismo que hizo Gutenberg partiendo de las diferentes letras preexistentes en su época.
De la estructura que supone la imprenta te pasas al arte sonoro, que también es música y estructura y todo vuelve a comenzar en el arte de acción. Una rueda que va siempre girando en la obra de Francisco Peralto.
Más que rueda yo diría que es una espiral que parte de un punto en el cual esos círculos se van ampliando hacia nuevos campos de acción (sin perder el apoyo central) intentando aportar siempre cosas nuevas.
Roberto Farona/ José Juan Martínez Bueso
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