El monitor de yoga Miguel Ángel Blanco Nisa explica las bases emocionales del yoga
Como Monitor de Yoga, practico con regularidad esta disciplina y escribo estas líneas con la intención de aportar un mayor conocimiento de esta milenaria ciencia al lector interesado en saber de esta técnica de autoayuda y conocimiento para toda persona que busque la salud integral, es decir, el equilibrio entre cuerpo y mente.
Sin pretender olvidar que el origen del Yoga se encuentra en Oriente, ni las diferentes opciones que allí existen para su práctica, sí pretendo despojarlo del carácter místico y exótico que gran parte de los occidentales otorgan a este método.
Centrándonos en la idea de un Yoga aplicado a la salud, práctico, sencillo y terapéutico, como un complemento perfecto para el restablecimiento y mantenimiento de la salud física y mental-perfectamente adaptado a la cultura occidental- y teniendo en cuenta la posibilidad de adaptar el Yoga a cada persona, ya sea menor, joven, adulto o mayor, paso a exponer brevemente los principios en que se fundamenta esta disciplina:
En primer lugar, es lógico entender que, al ser el aire un elemento indispensable para la vida, la práctica de ejercicios respiratorios con los que aprender a respirar más natural y correctamente es esencial para encauzar nuestra vida hacia la salud y la armonía.
En segundo lugar, es fundamental aprender a eliminar las tensiones físicas y mentales que se generan en la vida diaria. Para ello, la práctica de la relajación yóguica o profunda se hace imprescindible en el estilo de vida actual, que tantos problemas nerviosos y psicosomáticos produce a causa del estrés, las prisas y las preocupaciones.
El tercer principio básico es la necesidad de realizar con regularidad un ejercicio físico integral, entendiendo por integral una serie de ejercicios con los que se consigue corregir los trastornos de la columna vertebral, masajear todos los órganos para su regeneración, ejercitar los músculos y articulaciones, fortaleciéndolos y haciéndolos más flexibles, prevenir e incluso curar determinadas enfermedades psicofísicas, armonizando las glándulas endocrinas y, con todo ello, conseguir un equilibrio físico y psíquico, paz interior y una actitud mental positiva.
Haciendo hincapié en este punto, comentar la necesidad de ser conscientes de la gran influencia que tiene nuestra manera de pensar, en el desarrollo de nuestra vida y, principalmente, en lo referente a la salud.
Actualmente, la ciencia médica va reconociendo cada vez más el poder que tiene la mente sobre nuestro cuerpo. Todos sabemos de la realidad de los hipocondríacos, de cómo la angustia , la preocupación de creer que se tiene tal enfermedad, puede llevar al hecho de que ésta se manifieste, así como la gran importancia que tiene nuestra forma de enfrentarnos a la enfermedad, pudiendo hacer que ésta se acorte o se alargue, es decir, cómo con nuestros pensamientos, si son de miedo, angustia, inseguridad, frustración, pesimismo… vamos a retrasar e incluso a impedir nuestra curación, mientras que si, por el contrario, son pensamientos de confianza, seguridad, esperanza, optimismo… vamos a favorecer el restablecimiento de nuestra salud.
Por lo tanto, pienso que ya es hora de que dejemos de ser veletas movidas en la dirección que el viento nos marque y empecemos a tomar las riendas de nuestra vida y de nuestro destino, de ser conscientes de que en nuestro interior tenemos la más maravillosa de las herramientas, con un poder que ni siquiera podemos llegar a imaginar: nuestra MENTE.
Claro que, no hay que olvidar la importancia del uso que le demos. Si la utilizamos para buscar la salud, la felicidad, el amor, lo positivo, eso mismo encontraremos, pero, si por el contrario, sólo vemos la enfermedad, el miedo, el odio, el rencor, lo negativo, eso es lo que atraeremos a nuestra vida, pues, como dijo Buda: Somos lo que pensamos.
Os aseguro que con la práctica asidua de algunas de las técnicas incluidas en el Yoga, como son ejercicios de concentración, visualización y meditación, se puede lograr que nuestra mente, - ese mono saltarín, como la llaman algunos yoguis - se ponga al servicio de la búsqueda de nuestra felicidad y bienestar.
Finalmente no quiero terminar dejando de lado otro aspecto importante como el mantenimiento de una dieta sana y equilibrada, pues también está el dicho: somos lo que comemos.
Esta es someramente una idea de lo que se puede encontrar toda persona que se acerque a la práctica del Yoga con un mínimo de rigor. Como asevera el siguiente aforismo yóguico :Más vale un gramo de práctica que kilos de teoría.
Miguel Ángel Blanco Nisa
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