La psicóloga y coacher Auxi Sánchez Luque analiza el nuevo modelo de liderazgo compartido, horizontal y dinámico, de fuerte empatía por la causa común
Unos deciden y mandan, y otros se limitan a obedecer. De esta forma, todo está más o menos claro y en su sitio. Sin embargo, esta actitud tan cómoda está llegando a su fin. Nos vemos obligados a afrontar situaciones inesperadas, donde unos y otros nos necesitamos.
Entendiendo el liderazgo como la capacidad de influir en otros y apoyarlos para trabajar en el logro de un objetivo común, coexisten diferentes competencias: motivar, incentivar, tomar la iniciativa, gestionar,…
Pero hay una condición imprescindible a partir de la cual podemos empezar a hablar de liderazgo, esta condición es de contar con seguidores. Las personas son las que legitiman a los líderes, si no hay seguidores no hay líder.
Ante un éxito de equipo, el líder sabe que los objetivos conseguidos son resultado del equipo y no de las aportaciones individuales de cada uno de los componentes.
El liderazgo clarifica la meta de la organización, la comunica adecuadamente, hace que los miembros del equipo no pierdan de vista los objetivos, ofrece oportunidades a los otros y trabaja para superar los obstáculos que puedan presentarse.
¿Encontraremos a un líder que cumpla todos y cada uno de estos requisitos? Parece complicado. Estas funciones pueden ser asumidas de forma compartida mediante el equipo; de ahí la importancia de los equipos.
Este nuevo liderazgo se aleja del líder autosuficiente y carismático de años atrás y se acerca a una posición de cooperación, de relación con los demás, estableciendo relaciones de confianza y aprendizaje mutuo. Se aleja de las posiciones de jerarquía, parte del supuesto que son las personas quienes mejor conocen su trabajo y esto le lleva a reconocer que pueden compartir el liderazgo.
El líder actual tiende a rodearse de los mejores en cada área de trabajo y a preguntar e investigar sobre lo que desconoce.
¿Cómo te gustaría que te recordaran estas personas dentro de diez años?
¿Qué hace el liderazgo compartido? Inspirar confianza. Pero la confianza empieza en la propia persona. ¿Cómo andamos de confianza? ¿Ante una situación de incertidumbre mantienes la calma o te dejas arrastrar por las circunstancias? Este sería el comienzo, es el autoconocimiento.
El mensaje eres tú. El líder no dice lo que hay que hacer, enseña cómo se hace. Son modelos actúan y como modelos para otras personas por su capacidad para transmitir emociones.
Las personas que conforman el equipo deben tomar conciencia de la importancia de su implicación en éste. Sólo así se corresponsabilizarán del trabajo y la consecución de los objetivos marcados.
De ahora en adelante. Analizar las situaciones con perspectiva de futuro ayuda a gestionar resistencias, limar diferencias y poner en manos de todos los componentes del grupo el poder de la acción. El pasado ya no lo podemos cambiar, del futuro tenemos mucho que decir.
Estrategia ganar-ganar. El objetivo es que los miembros del equipo adopten decisiones que beneficien a todas las personas implicadas. No hay ningún beneficio para el equipo ganar a costa de la pérdida de otros.
Feedback positivo. Hay que reconocer y agradecer públicamente los logros a las personas siempre que sea posible.
Empatizar con las emociones de los demás. Empatizar no es adoptar o mimetizar esas emociones. Esto último es simpatizar, y pondría en peligro el equilibrio mental de cualquier persona. Hablamos de captar el significado de las vivencias de la otra persona, de adoptar su punto de vista.
Crear un espacio donde cada una de las personas se exprese con libertad. Y se exprese en el sentido más amplio del término, opiniones, decisiones, emociones, reconocimientos,…, y que se responsabilicen de ello y de la forma en que lo hacen.
Comunicar: qué y cómo. Es importante hablar en positivo, sustituir tenemos que dejar de hacer esto por vamos a hacer esto otro. Hablar en positivo abre caminos, da una dirección a las personas y ofrece opciones. Hablar en negativo paraliza.
Es imposible no comunicar, incluso con esa actitud estamos comunicando.
Resumiendo: No pongas a las personas en tu lugar, ponte tú en el lugar de las personas.
El líder no dice lo que hay que hacer, enseña cómo se hace. Son modelos actúan y como modelos para otras personas por su capacidad para transmitir emociones.
Auxi Sánchez
Fuente Foto:RBD
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