El pasado 14 de enero el Colectivo Manuel J. Peláez en alianza con ATTAC Suroeste Extremadura invitó al doctor Ricardo Zaldíbar, presidente de ATTAC España, quien con el título Democracia y acuerdos económicos secretos ofreció una charla en el Hotel Huerta Honda de Zafra. Agustín Iglesias entrevista a este prestigioso bilbaíno, doctor por la Universidad de Bilbao y de Estudios Territoriales y Urbanos por la Universidad de París Sorbonne. Zandíbar ha trabajado como profesor de Teoría Económica en la universidad Carlos III y en la Complutense de Madrid, y de Economía de los recursos naturales en el Instituto Politécnico de Méjico, aparte de organizar diversos cursos y talleres sobre movimientos sociales, solidaridad y coordinación. Actualmente es consultor de la Organización Mundial de Turismo y presidente y coordinador de Attac-España.
1.- ¿Podías contarnos brevemente el origen y el recorrido de la organización Attac-España?
El movimiento internacional ATTAC nació en 1998 en Francia como grupo de presión a favor de la introducción de una tasa a las transacciones financieras internacionales (conocida popularmente como Tasa Tobin), que permitiera restringir la volatilidad de los mercados de capitales especulativos. En diciembre del año anterior, en plena crisis financiera asiática, Ignacio Ramonet había escrito un editorial para Le Monde Diplomatique en el que promovía la aplicación de esta tasa y la creación de un colectivo de ciudadanos/as que actuasen públicamente en pro de la misma. En ese texto denunciaba que la globalización neoliberal había construido su propio aparato, con redes de influencia y medios de acción completamente independientes de la sociedad, y que actuaba desestructurando las economías nacionales, despreciando los principios democráticos, presionando a los estados, exigiendo más y más beneficios; todo ello aumentando las desigualdades sociales.
Attac se creó en España dos años después y desde entonces el capitalismo neoliberal, con un discurso prácticamente inalterado, ha adoptado nuevas estrategias a las que los movimientos sociales debemos hacer frente. Se ha pasado por ejemplo de la aspiración un estado jibarizado y mínimo, a su instrumentación durante la crisis como asegurador de un marco institucional que pueda garantizar los beneficios de las élites financieras, haciendo que los únicos derechos que se protejan sean los de las grandes corporaciones transnacionales y la gran banca, que buscan de forma descarada poner la sociedad a su servicio. Los tratados de libre comercio e inversión y la utilización chantajista de las deudas soberanas a lo largo y ancho del planeta, son instrumentos de la brutal ofensiva de un poder financiero que apoyado por Organismos Multilaterales nada democráticos como el FMI, la OMC o el BM, amenazan con exterminar las democracias e impedir la búsqueda de sistemas que primen la justicia social.
2.- ¿Cómo analiza y qué propone Attac en la actual situación española?
El país se está sumiendo en una alarmante emergencia social. Con rebajas de derechos, brutales recortes sociales, destructoras contrarreformas que liquidan el llamado Estado de Bienestar y el empobrecimiento progresivo de gran parte de la población, mientras una corrupción impune campa a sus anchas. El retroceso en libertades, en igualdad y en justicia social es palmario y la criminalización de la ciudadanía que protesta, junto con las peticiones de cárcel a sindicalistas y otros colectivos, configuran un escenario cada vez más cercano a la pasada dictadura.
En todo ese tiempo, ATTAC ha estado activo y presente entre los movimientos sociales de nuestro país, tanto en el aldabonazo social que hace algo más de tres años supuso el 15-M como en el camino de esperanza que han abierto las Marchas de la Dignidad del 22M de 2014, comprobando día a día que es escuchado su discurso y viendo como ha ido aumentando su credibilidad entre la ciudadanía. Pues bien, en este tiempo de gran desarrollo de la voluntad de cambio, mientras continúa el ataque incesante para desmantelar el Estado de Bienestar y vaciar aún más la democracia, ATTAC no ha dejado de movilizar a la sociedad civil para reforzar su protagonismo en el ilusionante y esperanzador proceso iniciado. Sin olvidar, por supuesto, que todo ocurre en el marco de Europa y que nuestro papel principal como movimiento ciudadano es el de educar, formar en las cuestiones y problemas económicos y financieros, porque otra economía, otras finanzas y otro mundo son posibles.
3.- ¿Qué alternativas plantea Attac frente a la globalización y la crisis?
Como respuesta enunciamos media docena de propuestas:
Primera.- Recuperar y ampliar los espacios perdidos por los ciudadanos en beneficio exclusivo del poder financiero mediante el ejercicio real de la democracia participativa y la intervención ciudadana.
Segunda.- Exigir y conseguir la regulación de los movimientos de capitales, aplicando un impuesto a las transacciones financieras (ITF), la eliminación de los paraísos fiscales y la transparencia en los negocios y la gestión pública como medios de lucha contra la especulación y que dote a los pueblos de los recursos necesarios para erradicar la pobreza y reducir las desigualdades a nivel mundial.
Tercera.- Defender lo público: bienes y servicios públicos, así como una banca pública y un sistema público de pensiones. El reconocimiento de los bienes comunes de la humanidad como el agua, la educación y la sanidad. Rechazamos las privatizaciones.
Cuarta.- Conseguir una fiscalidad progresiva, que garantice los bienes y servicios públicos universales y que asegure una justa redistribución de la riqueza; particularmente los impuestos a las rentas del capital y al patrimonio, y a los beneficios empresariales, eliminando los privilegios de unos pocos.
Quinta.- Garantizar la sostenibilidad social de la deuda pública: Es imprescindible dar prioridad a los derechos económicos y sociales de los pueblos y no subordinarlos a la viabilidad financiera de la deuda. Tener únicamente en cuenta la capacidad económica de reembolso de la deuda por parte de los países, olvida de manera consciente el impacto que dicho pago tiene en los derechos humanos y económicos, sociales y culturales de la gente. Por eso las crisis de la deuda, manifestaciones extremas de la evolución del capitalismo financiero y que hoy ahogan a muchos países de la periferia europea, se asientan en los mismos principios que las que sufrieron en el pasado numerosos países africanos, asiáticos y latinoamericanos, y que, de hecho siguen hipotecando su futuro hoy en día.
Sexta.- Rechazar los tratados neoliberales de comercio e inversión en los que se defienden los derechos de los inversores por encima de los derechos fundamentales de la ciudadanía y de los pueblos, que atentan contra la democracia y la sostenibilidad del planeta. Es el caso de TTIP pero también del CETA y el TISA, tratados que se están actualmente negociando y en los que Attac, junto a otros colectivos y organizaciones, esta impulsando una fuerte movilización que los haga fracasar.
4.- El desarrollo en los últimos años de movimientos sociales frente a la crisis y las políticas de recortes ha empezado a tener respuestas políticas. ¿Crees que serán coyunturales o tendrán mayor recorrido?
No tengo bola de cristal ni soy amigo de hacer pronósticos pero es un hecho cierto que la sociedad española se está politizando de forma acelerada y la prueba la tenemos en fenómenos como el que representa Podemos. Pero la ilusión que ha despertado esta formación en mucha gente solo dará frutos si la ciudadanía se implica de forma activa en movimientos sociales y organizaciones que hacen política y que permanecen vigilantes de que se avanza hacia una sociedad más justa, participativa y solidaria.
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