Jacinto Salas analiza el origen de los drones (dispositivos de navegación no tripulados) y su extendido uso como herramienta eficaz para supervisar y gestionar diversas acciones en todos los sectores productivos de nuestro ámbito
DRONES (aeronaves pilotadas por control remoto), palabra inglesa que significa zángano, macho de la abeja. Todavía no sabemos si los drones, que hoy tanto proliferan, pueden invadir nuestra intimidad, son peligrosos o pueden dar servicio a la Sociedad. El debate está servido. Como cualquier innovación, depende del uso que se haga de ella. La regulación al día de hoy dice que los drones con una masa inferior de 25 Kg en el despegue (básicamente los que están al alcance de cualquier persona) sólo podrán operar en zona fuera de aglomeraciones de edificios en ciudades, pueblos o lugares habitados o reuniones de personas al aire libre y a una altura menor de 120 m., siempre en el alcance visual del piloto y a menos de 500 m del mismo. No siempre se cumple.
Más allá del uso particular o semiprofesional que se haga de ellos en nuestro entorno, a todos nos han impresionado las imágenes tomadas por drones en las ciudades fantasmas donde las guerras no dejan piedra sobre piedra. Antes de relacionar las bondades de su empleo civil me gustaría contar de dónde vienen. Casi todos los desarrollos tecnológicos durante siglos vienen de investigaciones y usos militares que después han pasado al ámbito civil (GPS, microondas, ultrasonidos (ecografías), vidrio de seguridad, internet, parapentes, etc.). Los drones no podían ser menos, surgieron como naves para reconocimiento de terrenos enemigos sin que corriesen riesgos las personas. Las primeras investigaciones para su desarrollo militar datan de los años sesenta, por supuesto, en Estados Unidos. En la actualidad se utilizan no sólo para reconocimiento sino como armas de destrucción, son famosos los UAS Predator, el Predator C, tiene una envergadura de 20 m., una longitud de 13,1 m., alcanza una velocidad de 740 Km/h a 20.000 metros de altura y puede llevar una carga de 1.855 Kg., claro está de armas.
Más allá de lo dicho, las aeronaves pilotadas a distancia (RPAS) se clasifican en dos grandes grupos: los drones de ala fija (los que tienen tipología de avión, que siguen siendo prácticamente de uso militar) y de ala rotatoria (con tipología de helicóptero y multi-rotor). Los usos de estos aparatos, al margen del uso militar o de ocio, es decir para usos civiles con aplicaciones profesionales, son en la actualidad los que resumo seguidamente:
- Control de la calidad del aire. A los drones se les dota de sensores para comprobar la cantidad de partículas que tiene el aire, la concentración de CO, CO2, óxidos de nitrógeno, ozono y otros parámetros del aire, a distintas alturas. Datos que luego se tratados con tomas en distintos días, se determina la calidad del aire y si procede activar algún protocolo.
- Aplicaciones cartográficas. Los drones, tomando fotografías de distintos tipos, permiten una representación exacta de la geografía, permitiendo hacer planos y mapas con una precisión milimétrica, incluso en 3D interactivos, también se orientan para determinar el tipo de vegetación (p.e. plantaciones ilegales), la topografía, usos del suelo, las construcciones, etc y si no, que se lo pregunten a Catastro.
- Aplicaciones a la prospección y explotación de recursos minerales. Permiten localizar los yacimientos de minerales a través de prospecciones geofísicas, que no son más que la detección de contraste de algunas propiedades físicas con el medio circundante. Por ejemplo, fenómenos de orden magnético, electromagnético, gravimétrico o radiométrico.
- Aplicaciones hidrológicas. De drones submarinos, sí naves tripuladas por control remoto, para tomar muestras de aguas con posibles contaminantes en aguas continentales y oceánicas. Se determina la topografía del fondo marino, por ejemplo, para enterrar cables eléctricos entre islas, continentes, etc. Estudios de la sedimentación de lagos, pantanos; de las corrientes marinas, localización de fenómenos geológicos para detectar tsunamis, etc. En cuanto a los Drones aéreos pueden determinar zonas inundadas, contaminación de aguas, vertidos ilegales de aguas contaminadas, etc
- Aplicaciones en la agricultura. Con la agricultura de precisión con drones se pueden determinar qué partes de una plantación necesita agua y en qué cantidad para un uso más eficiente de este recurso limitado, que partes de la explotación necesita fertilizantes o herbicidas, detección temprana de plagas o enfermedades, etc.
- Aplicación a la extinción nocturna de incendios forestales. Son Drones depósitos de agua autónomamente dirigidos que van a la zona del incendio por la noche con más carga que un avión pilotado y sin riesgo para las personas. Las condiciones para apagar un incendio por la noche son menos exigentes que durante el día ya que las temperaturas son menos elevadas.
- Aplicaciones en el control de obras y evaluación de impactos. Toman datos para calcular el volumen de tierras extraídos de una cantera, el impacto que está produciendo esta actividad, el desarrollo de la construcción de una carretera, un pantano, detección de cambios y vicios ocultos en la obra.
- Aplicaciones en la gestión del patrimonio y herencia cultural. Sitúan sensores en lugares inaccesibles en el interior o exterior de edificios emblemáticos para detectar patologías, datos fotométricos, etc. Se utilizan para utilizar metodologías de reconstrucción geométrica de edificios patrimoniales destruidos, por ejemplo, en guerras.
- Aplicaciones en la seguridad al control de fronteras. Se utilizan para controlar y vigilar las fronteras en busca de embarcaciones de pequeño tamaño con inmigrantes ilegales en manos de mafias. Vigilancia marítima en general.
- Aplicaciones para el mantenimiento de líneas eléctricas. Se realizan visionado con imágenes de las líneas eléctricas que discurren por puntos inaccesibles de la geografía y detectan puntos calientes que son el aviso de un posible problema. Transportan materiales a las zonas de actuación para revisar o reparar alguna línea eléctrica, limpian los aisladores, etc.
Además de lo dicho y con el fin de no alargar este artículo más de lo deseable, también se emplean drones en las auditorías energéticas con termografía aérea, en el periodismo, para el rescate de personas en el mar, alta montaña, etc., en el urbanismo, en las emergencias, en la inspección de las palas de los aerogeneradores, etc.
Si todavía hay personas que opinan que los drones son un juguete peligroso o que sólo sirven para invadir su intimidad, creo que han podido comprobar que a la fecha de hoy realizan una labor en la Sociedad que no es menor. Y esto no ha hecho más que empezar. El límite lo pone la imaginación del ser humano. ¿Se le ocurre alguna aplicación?
Jacinto Salas
Director Técnico 6TBuild
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