El pasado día 8 de Junio se llevó a cabo una conferencia en el Hotel Huerta Honda de Zafra,  organizada por la Asociación Cultural Foro Zafrense, que contó con un invitado de excepción: el afamado José Mª Íñigo Gómez, admirado por su profesionalidad y capacidad de comunicación, quien se sintió arropado por el público allí congregado que llenaba por completo la sala, creándose total expectación al poder conocer in situ a alguien que fue y sigue siendo relevante tanto en el panorama televisivo como radiofónico.

Haciendo un breve repaso a su biografía nos desveló que  sus primeros pasos periodísticos tuvieron lugar a la edad de quince años, realizando diversos reportajes en periódicos de su tierra natal, Bilbao, en  donde también tuvo la oportunidad de realizar más de una incursión radiofónica en emisoras locales.

Pero sería en el año 1968 cuando se sentiría atraído por el medio televisivo, y, precisamente ahora que tenemos tan reciente el 60 aniversario del nacimiento de la Televisión en España, nos remitió a una época donde la televisión contaba con escasísimos medios técnicos, donde ante cualquier imprevisto todo se solucionaba in extremis, y todos los  programas se realizaban en directo, no existiendo medios para la grabación de los mismos.

Íñigo, como así le conocemos, realizó claras distinciones entre la televisión que comenzaba a surgir y la actual. Aquélla, desde su punto de vista, era una televisión seria pero divertida, correcta, cultural. En cuanto a la actual, deja mucho que desear “culturalmente” , debido a que  la mayoría de las cadenas apuestan por un formato donde prima el escándalo, el morbo, etc… y técnicamente son pésimos, exceptuando las series propias de ficción que tienen una buena composición y aceptación en otro países.

Mención a destacar era el papel de la censura en aquellos momentos, doblegándose en una censura donde no había lugar a comentarios políticos o de religión, y otra censura de las pequeñas cosas, detalles que hoy nos parecerían totalmente absurdos. Todo lo contrario al panorama que vivimos, donde el  todo vale  es lo que impera.

Para los que no nos acordamos con absoluta nitidez  de aquella época televisiva, nos hizo conocedores del llamado “corrector de idiomas”, que desempeñaba el papel de supervisor del lenguaje, quien se ocupaba de que toda la comunicación transmitida fuera lingüísticamente correcta.

Labor destacada y conocida por el inmenso público es la realizada por José María Íñigo en programas legendarios como Fiesta o Estudio Abierto, siendo partidario de hacer cócteles, como bien relató, donde se mezclaban música, entrevistas, espectáculos sorprendentes ,etc…

Reflejo de su conferencia son unas cuestiones que planteó y a las que dio respuesta.

La primera de ellas, ¿ Por qué se le llama “caja tonta” a la televisión?, como defensor de la televisión comentó que ha habido programas sumamente apasionantes, de debate y  entrevistas, recordando por ejemplo La clave, y que siempre se ha tendido a criticar a la televisión, viniendo dichas críticas de otros medios de difusión. Recalcó que si le metes talento sale talento, y si le metes mierda sale mierda.

La segunda cuestión , ¿Por qué vemos siempre lo mismo?, según nos hizo saber, porque somos pésimos espectadores, optamos por ver un determinado programa que no nos satisface, y aun así, lo vemos con el único objetivo de criticarlo.

La tercera pregunta, ¿Cuánto dura un programa de televisión?, hizo alusión a que  principalmente depende de lo que pida la audiencia, a ella se deben las cadenas televisivas.

Y la última cuestión y más relevante, ¿Hacia dónde vamos?, sus palabras y viniendo de un gran comunicador fueron realmente sorprendentes, expresando que nuestra televisión iba a peor. Se pretende el éxito instantáneo a base de escándalo, donde el listón está cada vez más alto y las cadenas luchan por conseguir los máximos índices de audiencia, ésta es su prioridad, que una cadena tenga éxito depende fundamentalmente de esos índices que se miden a diario.

Esta conferencia, donde hubo también momentos para las anécdotas, hubiera dado para mucho más, no nos cabe la menor duda, y , aún así nos quedamos con unas últimas palabras de Íñigo que nos hicieron recapacitar: “ Hay vida más allá de la televisión”, frase curiosa y  más viniendo de una persona que ha dedicado la mayor parte de su vida a la televisión. Desde luego, nosotros tenemos el mando y debemos hacer de él un elemento útil de elección.

Y por supuesto, existen otros medios para entretenerse, para llenar esos espacios de nuestras vidas, llámese radio, internet, o, incluso, la lectura de un buen libro.

Claudia Vázquez Santos

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